miércoles, 17 de octubre de 2012

La comunicación de los políticos y de los que hay detrás


Echamos un vistazo a los medios de comunicación nacionales y además de la impactante 'Operación Emperador', interesante para todos los españoles por el fraude económico que indirectamente ha supuesto para todos los bolsillos domésticos, nos encontramos con una COMUNICACION POLÍTICA puramente ELECTORAL. A tan sólo cuatro días de las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco, vemos cómo la comunicación vuelve a utilizarse como herramienta, esta vez política. ¿Cuándo las agendas de los políticos están tan abiertas a las peticiones de entrevistas de los medios de comunicación?, ¿cuándo un partido político invierte tanto dinero en octavillas publicitarias, folletos informativos, pegadas de carteles? Pocas veces, salvo cuando se ven inmersos en un proceso electoral.
Y es que, como cualquier otro organismo, el partido político, como organización, busca un objetivo y para llegar a él la 'comunicación' se perfila como su más necesaria herramienta.
Observen los minutos que ocupan los líderes políticos en los medios de comunicación -prensa, radio y televisión- estos días. Espacios, algunos pagados, en forma de cuñas, otros gratuitos en forma de entrevistas de actualidad. Sin duda alguna, el mensaje político se convierte estos días en un producto que hay que vender y para ello la comunicación se convierte, a su vez, en ese envoltorio que hace atractivo tal producto, para que definitivamente sea comprado, en este caso por la población electoral, ejerciendo su derecho a voto.

Hay una máxima en Marketing que se sustenta bajo las siglas A.I.D.A, esto es:
provocar atracción sobre el producto
despertar un interés en el consumidor
generar un deseo de consumo
e incitar a la acción de compra del mismo

Pues bien, esto es aplicable a cualquier producto o servicio que se oferte, y en el mundo político el mensaje electoral se convierte en un auténtico producto que describe este recorrido:

-el político quiere llegar a la población española ofreciendo un discurso atractivo
-cuyo fin es que el señor que se encuentra en casa viendo la televisión, escuchando la radio, se interese por lo que está diciendo
-a la vez, crea en él un deseo de que las cosas se solucionen de la forma que dicho político está proponiendo, empieza ahí esa afinidad ideológica
-que poco después se traducirá en voto, consiguiendo el político haber movido a la acción del ciudadano, haber influido en su conducta, en su decisión de voto.

Y se preguntan a través de qué pieza se mueven todos los engranajes de esta cadena, pues está claro. La comunicación es la que alimenta el funcionamiento de este proceso que va desde el componente afectivo y emotivo al conductual. Es lo que muchos llaman manipulación, pero yo lo veo como un uso estrategico de la comunicación. Hay que saber cómo utilizarla, qué mensajes lanzar, en qué momentos lanzarlos y mediante qué vías para llegar al público objetivo, en este caso al votante.

Una prueba más de que la comunicación lo mueve todo, de que todo comunica y de que es la herramienta estrella para cualquier organismo, ya sea empresarial, social, político... Y si no que se lo digan a los cientos de expertos en comunicación política que estos días estudian cada detalle de la comunicación que ofrecen los líderes políticos en la campaña electoral. Una tarea interesantísima que va desde el vestuario que muchos de ellos elijen para las entrevistas en televisión, como de los gestos que emplean, las horas a las que concertan las entrevistas, la ideología de los medios de comunicación a los que atienden... Un sinfin de detalles que bien estudiados y gestionados contribuyen al éxito. Mi felicitación estos días para los EXPERTOS EN COMUNICACIÓN POLÍTICA. Mi reiteración estos días de que la COMUNICACIÓN es la HERRAMIENTA ESTRELLA.

Cristina Avilés



miércoles, 3 de octubre de 2012

Todo Comunica

¿Por qué Comunic@te? Muy secillo, porque si no lo haces estás perdido.
Cuando decidí crear un espacio, mi espacio en internet, tuve muy claro que no simplemente iba a ser un espacio para comunicar, sino que sería un espacio en el que pudiera trasladar mi filosofía profesional y mi conocimiento. Dos cosas que se sustentan bajo un nexo común, la COMUNICACIÓN, sobre la que he estudiado durante muchos años y en la que llevo trabajando bastante tiempo. Y lo hago porque soy periodista y comunicadora, pero principalmente porque soy persona.

Estoy convencida de que la Comunicación es la base del Éxito. Eso sí, la buena comunicación, porque la mala se convierte en otra base, la del fracaso. Y cada uno lo puede aplicar a su esfera personal y más privada. Cuando hablamos con amigos, colegas de profesión, incluso familiares estamos reflejando lo que somos. La forma de comunicar, el lenguaje empleado, nuestros gestos, expresiones..., contribuyen a proyectar una imagen de lo que somos ante la opinión pública. De eso dependerá cómo nos vean los demás.

Se supone que el simple hecho de trabajar, colaborar o intervenir en un medio de comunicación ya lleva implícito un componente comunicativo en la persona. Sin embargo no siempre es así. No basta con comunicar y ya está, hay que comunicar haciendo un correcto uso de la herramienta. En este momento, espero se vengan a vuestras cabezas perfiles de comunicadores de televisión bien distintos, los buenos y los malos, porque los hay.  Personas que por 'hacer una mala comunicación' han hundido su imagen, su reputación y otras que es 'la buena comunicación' la que le mantiene en el estrellato.

Aplíquenlo a la esfera que quieran. Cuántos políticos tienen manchada su imagen no tanto porque no hacen las cosas bien sino porque no saben comunicarlo bien, en el momento y en la forma correcta. Hay una máxima en este área que es "Hazlo bien y hazlo saber", pues de nada sirve que un político, un gestor, un economista... haga bien su trabajo, si no sabe comunicarlo y hacerlo llegar a la sociedad, a la opinión pública, a aquellos que en su día le votaron y del que esperan una respuesta. De qué le sirve a un buen abogado conocer las leyes si no sabe hacer una buena defensa, gestionar el diálogo y diseñar una correcta intervención en un juicio. De qué le sirve a un periodista conocer al dedillo los detalles de la noticia y cuando se pone frente a la cámara se bloquea.

Escribiendo estas líneas recuerdo la de veces que, trabajando en televisión hemos entrevistado a alguién y hemos dicho "una y no más Santo Tomás". Y en la mayoría de los casos eran eminencias en su área, directivos, doctores honoris causa, investigadores, presidentes de... Sin embargo no empatizaban con el espectador. Esos, pocas veces volvían a plató. Quizás sean unos fuera de serie en sus trabajos pero tienen el cartel de prohibido en las reuniones de redacción, cuando se hacen escaletas. Y no crean que es broma, son los catalogados 'huesos televisivos' que no cumplen los tiempos, hablan en su argot profesional, para que nadie los entienda y se gustan a sí mismos. Pero afortunadamente, también hay de los otros, de los que con sus habilidades comunicatias han levantado su imagen, han proyectado una buena reputación.

Son esos los que se rifan todas las televisiones. Podría hablar de muchos, sin embargo, me viene a la cabeza un ejemplo muy claro, sencillo y popular, seguro conocido por todos.  Él es Karlos Arguiñano, cocinero vasco y muy mediático por sus programas en televisión. Piensan ustedes que es el mejor cocinero del país y por eso le dieron su espacio televisivo. No lo creo, y no digo con esto que sea mal cocinero, pero sobre todo es 'buen comunicador', sabe cómo dirigirse a su público, qué lenguaje utilizar, qué estrategias comunicativas seguir, qué habilidades sociales emplear. Quizás, la gran mayoría de personas que se sientan frente al televisor para ver el programa no sólo buscan una receta sino entretenimiento y empatía con el comunicador. Y ahí ha estado siempre la base de su éxito,"su saber comunicar". Pero no solo en su espacio de la televisión, sino en su visión como empresario, utilizando técnicas de publicidad, consolidan a su restaurante como uno de los más visitados del país. Y no me dirán que en él se come mejor que en ningún otro sitio, sino que a su 'buen hacer' se suma su 'buen decir', porque cuántos restaurantes, con ricos platos, cierran a diario por ausencia de clientes, quizás ellos no vieran en la comunicación su estrategia de éxito y de ahí su fracaso.

Tengo tantas razones para convencerles de que la comunicación lo mueve todo que este ha sido el primero de los muchos argumentos que leerán en este espacio.

Cristina Avilés